sábado, 1 de septiembre de 2012

                                             LITERATURA PRERRENACENTISTA
En el siglo XV entra en crisis el sistema de valores medieval y paulatinamente se van imponiendo otros más apegados a lo terreno que anuncian las formas de vida y la mentalidad propias del Renacimiento. Por ello, a esta época de transición se la denomina Prerrenacimiento.
 Características y géneros 
La literatura prerrenacentista refleja la transición entre la Edad Media y el Renacimiento:
  • Se pierde la anonimia, frecuente en la literatura medieval: los autores se sienten orgullosos de su obra y firman sus escritos.
  • La literatura se aleja paulatinamente del didactismo religioso de la Edad Media.
  • Surge la figura del escritor cortesano: el noble se dedica a las armas y a las letras.
  • Estos rasgos generales se concretan en los distintos géneros que se cultivan en el siglo XV:
    • Se desarrolla una corriente de poesía culta representada por nobles cortesanos. Junto a ella, hay una corriente de poesía popular, de la que son muestra los romances.
    • En cuanto al teatro, al final del siglo se publica La Celestina, de Fernando de Rojas, una de las obras más importantes de la literatura española.
    • Se inicia en esta época el género de la novela de caballerías, que gozará de especial prestigio en el siglo XVI. Estas obras narran las fantásticas aventuras de un caballero que lucha contra poderosos enemigos. En el siglo XV se componen dos libros fundamentales: el Amadís de Gaula, de Garci Rodríguez de Montalvo, escrito en castellano, y elTirant lo Blanc, del valenciano Joanot Martorell, escrito en su lengua vernácula.
MENTALIDAD PRERRENACENTISTA
El sistema de valores medieval entró definitivamente en crisis en el siglo XV. El creciente peso social de la burguesía favoreció el aprecio por los valores mundanos, tales como el bienestar material o el ansia de riquezas.
Este cambio de valores desencadena un proceso de secularización de la sociedad que produce una alteración en la forma de concebir la vida y la muerte. Con una actitud que anuncia el vitalismo renacentista, se considera la existencia no solamente como un camino hacia la vida eterna, sino como fuente de alegrías y placeres dignos de ser disfrutados.
En consecuencia, la muerte pierde su sentido liberador y comienza a percibirse como un trance doloroso. Un ejemplo de ello son las danzas de la muerte, que tienen su origen en las epidemias de peste del siglo XIV. En ellas, la muerte, en forma de esqueleto, llama a laicos y eclesiásticos a bailar su danza macabra.
Por otro lado, se empieza a abrir paso una corriente religiosa más espiritual, que criticaba los aspectos externos de la religión y el poder material de la Iglesia. Se inicia así una tendencia que culminará en los distintos movimientos de reforma religiosa del siglo XVI.


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